lunes, 24 de agosto de 2015





“La gente rica es más grande que sus problemas. La gente pobre es más pequeña que sus problemas”-T. Harv. Eker
¿Quieres saber como solucionar tus problemas de dinero? No existen problemas grandes o pequeños, lo que existen son mentalidades de pobreza o riqueza. Si deseas saber porque estas en esta situación, continúa leyendo.
Todos tendemos a vernos envueltos en problemas a lo largo de nuestra vida, y me atrevo a considerar que el 99% de las veces tiene que ver con el dinero, porque? dicen que todo en esta vida tiene solución menos la muerte. Si bien no quiero que pienses que sólo el dinero es importante, si creo que es extremadamente importante en las cosas que soluciona y totalmente NADA importante en las cosas que no lo es, como el amor.
Uno de los cambios más difíciles de entender cuando nos enfrentamos a nuestros problemas de dinero es afrontarlos con la mentalidad adecuada. Así que el primer paso es ese precisamente, cambia tu mentalidad correcta para resolver tus problemas de dinero, porque? sencillamente porque tu mentalidad actual es la que te ha traído a los problemas en los que te encuentras hoy.
Es decir, yo quería cambiar, pero mis creencias mas profundas e inconscientes seguían ahí haciéndome reaccionar de la misma forma en que me había metido en ese enrollo. Una vez que logré convencerme de que cambiar de mentalidad no sólo me genera riqueza, sino también me ayuda a solucionar mis problemas, empece a cambiar, y es lo que te sugiero a ti.
Los pobres tratan de evitar los problemas, hacen cualquier cosa para no enfrentarse con ellos. Esto es una ironía pues en su afán por evadir sus problemas, ¡tienen más!
Entonces entre mayor sea tu carácter y mentalidad de abundancia, serás mas grande que tus problemas y obstáculos. No es que estos desaparecerán, siempre tendremos problemas u obstáculos en nuestro camino diario, pero una persona con mentalidad de abundancia verá a sus problemas como incidentes normales que se pueden manejar, tales como vestirse o lavarte los dientes.

domingo, 23 de agosto de 2015

   


 Serie de acontecimientos, la lógica de ser positivos



1. Debemos renunciar a lo que fuimos en el pasado.
Cuando las cosas se ponen muy difíciles, nuestra descontrolada mente puede entrar en una de las peores batallas entre lo que recordamos y lo que hoy sentimos. No importa lo que fuiste ayer, lo que tenías ayer, o hacia dónde parecía que estabas predestinado que ibas a llegar.
De recuerdos no se puede vivir. Como se suele decir, “el pasado hay que usarlo como trampolín, y no como sofá”. Si antes eras Director ejecutivo de una importante empresa y hoy estás en paro, aprovecha tu experiencia como Director Ejecutivo para luchar por nuevas metas. Pero recuerdo que vas a tener que luchar por tu futuro. Lo que fuiste ayer, ya no importa. Importa lo que hagas hoy.
Es por eso que las mejores palabras que una persona puede escuchar cuando te habla de lo que ha perdido en el pasado, suele ser: “pues te jodes, pero te levantas y vuelves a luchar.
2. Renunciar al exceso de preocupaciones y a pensar demasiado.
Cuando tienes demasiados miedos y das demasiadas vueltas a la cabeza, no creas que estás solucionando problemas. Más bien los estás creando. Las preocupaciones y los miedos no eliminan los problemas del mañana, más bien le quita la paz y tranquilidad al día de hoy. No sé si la vida es larga o corta, pero está claro que el truco está en disfrutarla, y no en sufrirla.
3. Renunciar a esa visión puesta en todo lo que es maravilloso y que por desgracia no tenemos.
“Si yo tuviera la casa de Bill Gates, el coche de mi vecino o la suerte de Belén Esteban….” muchas personas quedan atascadas en el lamento de todo lo que no tienen o que creen que deberían haber tenido para ser felices. Este enfoque es el que provoca que las personas no disfruten de lo que sí tienen, y que suele ser bastante.
Lo mismo ocurre para aquellas otras cosas que no son materiales, y que podrían ser emocionales o de realización personal. La mayoría de las cosas buenas que encontramos, suelen venir de otros finales.
Finalmente, hay que saborear el presente, disfrutar de esas cosas que tenemos y usar ésto para alcanzar lo que queremos conseguir. Pero como siempre decimos, no coloques tu posibilidad de ser feliz al alcance de una meta. El juego no es exactamente así. Tú debes ser feliz hoy, y desde ese estado mental, luchar por tus metas.
4. No dejes que los juicios de los demás controlen tu vida.
La gente sabe tu nombre, no tu historia. Han oído lo que has hecho, pero no saben por qué lo hiciste y tampoco entienden tu pasado. Al final no se trata de lo que piensen los demás; es lo que tú piensas de ti mismo lo único que cuenta.
Sólo tú sabes lo que es correcto para ti y para tu vida, y si bien podemos recibir y agradecer los consejos de ciertas personas (elegidas por nosotros y de nuestra confianza), hay que saber evitar el ruido que hacen los comentarios de otras personas que realmente ni nos conocen y probablemente deban solucionar sus vidas antes de inmiscuirse en la vida de terceros.
Pueden parecer puntos muy básicos, pero lo cierto es que en mayor o en menor medida, la gran mayoría de nosotros hemos pasado por alguno de ellos. Otros por los cuatro puntos, mientras algunos siguen atrapados incluso en los cuatro a la vez, esperando recibir el “pistoletazo” de salida para retomar nuevamente sus vidas.
Todos tenemos un pasado y todos hemos perdido personas y cosas, pero no es obligatorio cargar con todo ello en una mochila ni estar pendientes al retrovisor. La vista siempre hacia delante y la mochila, cuanto más ligera mucho mejor.
C,G.



            Hola, me presento, soy Carlos Ruiz y la razón de este blog es el estímulo que me produce poder compartir opiniones y artículos que se encuentran fuera de la red y dentro, artículos que ayuden a superar esos obstáculos cotidianos, esos frentes que de alguna manera nos apartan de lo positivo, de lo que nos gusta para estar bien en cualquier ámbito de la vida. 
       
        No siempre los estados de ánimo nos producen el bien estar que necesitamos, quizás, encontrar alguna lectura positiva nos ayude a desestimar ese estado en el que nos encontramos, que nos hace procrastinar, dejar las cosas a un lado y no enfrentar esa tarea que nos hace mejores día a diá.

        "El resultado más valioso de toda educación es lograr que hagamos las cosas que debemos hacer, a su debido tiempo, nos guste o no. Es la primera lección que debiera aprenderse. Sin embargo, y por temprano que la educación de un hombre empiece, quizá sea la última lección que aprende perfectamente" (Thomas Huxley)